Los avances que se han producido en los últimos años, en los
tratamientos quirúrgicos han sido espectaculares, especialmente en el
capítulo de las prótesis. Los dispositivos biomédicos que utilizan los
cirujanos son tan variados, que suelen ser desconocidos para los
Técnicos y Radiólogos que los descubren en las imágenes de TC y TRM. En
este tema, presentamos algunos de los implantes y prótesis utilizados en
cirugía oftalmológica.
El tratamiento más efectivo de algunos tumores malignos oculares
consiste en la enucleación completa del ojo afectado. Desde el punto de
vista terapéutico los resultados son excelentes porque se logra
la curación, en la mayoría de los casos. Ahora bien, una intervención
tan agresiva conlleva una serie de problemas psicológicos, para la
persona que la sufre, que se pueden resolver con mucha profesionalidad.
Los tiempos de piratas con pata de palo, garfio de acero y parche en el
ojo, han pasado a la historia y, afortunadamente, sólo se pueden
encontrar en las novelas de Salgari. Las siguientes imágenes pretenden
difundir, entre los Técnicos y Radiólogos, la composición de algunas de
las prótesis utilizadas en cirugía ocular.
Ahora bien, cuando un cirujano extirpa un globo ocular que contiene un
tumor maligno, su labor no acaba ahí aunque el resultado haya sido
satisfactorio. Posteriormente debe acometer la reconstrucción del área
orbitaria para mejorar la apariencia estética, tarea más difícil y
laboriosa que la enucleación. Al final de este largo proceso, el
resultado es perfecto, que es lo que se pretende con este procedimiento
reparador, aunque el paciente no vea nada, como es lógico.
En
la parte profunda de la órbita se coloca un implante esférico de
material poroso que puede ser de polietileno, silicona o hidroxiapatita
(Figura 3). Con este implante se rellena el espacio dejado en la
órbita por la enucleación del globo ocular, se evita el hundimiento de
los párpados y, a la vez, se favorece la colocación y el movimiento de
la prótesis de cristal que se observa a simple vista.Prótesis de cristal que reproduce el iris, con el mismo color que el ojo sano, la pupila y la córnea. Un verdadero trabajo artesanal de artistas.
Imagen de TRM, potenciada en T1, en la que se observa el implante
orbitario hipointenso y, por delante, la prótesis de cristal. No
producen artefactos y, por eso no es necesario quitarlas para realizar
la exploracion.
En esta otra imagen potenciada en T2, no se producen cambios significativos con respecto a la previa.
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